Un nuevo movimiento de clubs de lucha socialistas está acabando con las ideas equivocadas de que la izquierda es un revoltijo de pusilánimes de clase media. No hubiera debido ser necesario el voto del Brexit para mostrar que uno de los más grandes desafíos a los que se enfrenta la izquierda organizada del siglo XXI es su tenue conexión con los intereses de la clase trabajadora...
Los clubes de deportes son una parte olvidada de la tradición del socialismo cultural. Décadas de neoliberalismo han destruido la industria y debilitado severamente el movimiento sindicalista. Pero donde los socialistas y comunistas dieron un paso adelante en los tiempos duros del crecimiento del movimiento obrero de preguerra, así pueden hacerlo de nuevo. Una nueva cultura socialista puede proveer oportunidades para mejorar vidas y no sólo a través del deporte, sino también de la educación, la música, las películas e incluso de la mera socialización. Esto puede crear una sociedad más allá del brutal individualismo de las pasadas últimas décadas.